Síndrome de domesticación
Podría denominar mi acercamiento a las plantas como una danza silenciosa, en donde estoy atento con todos mis sentidos mientras las posiciono, riego, limpio, trasplanto. Encontré una relación de similitud entre las actividades de plantar y esculpir.

La muestra la componen tres distintas tipologías de familias escultóricas y un video performance. Durante el proceso de investigación de “Síndrome de domesticación” Daniel Evo fue ayudante del hijo de una familia de horticultores chinamperos de Xochimilco, de su vivero eligió plantas olvidadas, monstruosas, rebeldes, que han desbordado los límites a los que han sido sometidas, que se han desarrollado fuera de los cánones de la estética ornamental poco aptas para el ecosistema de mercado, verdaderos cuerpos disidentes que al presentarlos y operando en sus contenedores, aparecen metáforas que abren preguntas en torno al control, la ansiada libertad y las consecuencias de las formas que habitamos.



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